¿Qué es la ansiedad por separación?
La ansiedad por separación suele asociarse a los niños, pero lo cierto es que también puede afectar a adolescentes y adultos. Se caracteriza por un miedo intenso y persistente a la idea de separarse de las personas significativas o de los entornos de seguridad, generando un malestar que puede interferir en la vida diaria.
En la infancia puede ser parte del desarrollo normal, pero cuando se mantiene en el tiempo o aparece en otras etapas vitales, hablamos de un Trastorno por Ansiedad de Separación (TAS).
Síntomas frecuentes
La ansiedad por separación puede manifestarse de diferentes formas según la edad, pero en general incluye:
Preocupación excesiva por la seguridad o la posibilidad de perder a una persona significativa.
Malestar intenso cuando ocurre (o se anticipa) una separación.
Dificultad para dormir solo o necesidad de mantener contacto constante con la persona de referencia.
Pesadillas recurrentes relacionadas con separación.
Síntomas físicos (dolor de cabeza, malestar estomacal, palpitaciones, sudoración) al enfrentarse a la separación.
Dependencia emocional en las relaciones de pareja o familiares, que puede llevar a conductas de control, miedo al abandono o dificultad para estar solo.
Ansiedad por separación en adultos
Aunque menos conocida, la ansiedad por separación también afecta a adultos. En muchos casos, se manifiesta en el ámbito de la pareja: miedo a que el otro se vaya, preocupación constante por su seguridad, necesidad de contacto permanente o dificultad para mantener actividades independientes.
Esto puede generar dinámicas de dependencia emocional y conflictos que afectan a la relación.
En otros adultos, aparece ante la pérdida de vínculos importantes (como el fallecimiento de un ser querido, divorcios o hijos que se independizan) y puede ir acompañada de sentimientos de vacío o soledad.
Tratamiento y manejo
El tratamiento de la ansiedad por separación se centra en:
Psicoterapia cognitivo-conductual: para identificar y modificar pensamientos irracionales relacionados con la pérdida o el abandono.
Entrenamiento en habilidades emocionales: aprender a gestionar el miedo, la incertidumbre y la soledad.
Exposición progresiva: ayudar a la persona a tolerar las separaciones poco a poco, ganando seguridad en sí misma.
Trabajo con la familia o pareja: fomentar la autonomía y evitar reforzar la dependencia.
En algunos casos más severos, puede ser recomendable complementar la terapia con tratamiento farmacológico bajo supervisión médica.
🌿 Opinión profesional
La ansiedad por separación no es solo “cosa de niños”: también puede limitar la vida de adultos, sobre todo cuando existe miedo intenso a la pérdida, dependencia emocional o dificultad para estar a solas. En terapia trabajamos en recuperar la seguridad interna, fortalecer la autoestima y aprender a disfrutar de la autonomía sin que ello signifique perder los vínculos importantes. Separarse no tiene por qué ser sinónimo de abandono: puede ser una oportunidad para crecer y relacionarse desde la confianza.